En estaciones de tiempo inestable, podemos vernos sorprendidos por intensas lluvias, granizo u otros fenómenos atmosféricos adversos.
Para que no te pille desprevenido el mal tiempo, ten en cuenta unas simples pautas para reaccionar en caso de encontrarte con una tormenta inesperada y poder adecuar tu conducción a las circunstancias.
La buena visibilidad es fundamental, sigue el lema "ver y ser vistos", así como el funcionamiento correcto de limpiaparabrisas, las luces (intensidad y reglaje) y el perfecto estado de los neumáticos para asegurar un mejor agarre al pavimento.
LLUVIA Y/O GRANIZO
- Encender las luces cortas (de cruce).
- Para evitar que se empañen los cristales, usar el limpiaparabrisas y activar el aire o calefacción según convenga.
- Evitar adelantamientos innecesarios y frenazos bruscos, puede producirse aquaplanning, y mantener siempre la distancia de seguridad conveniente para no ocasionar efecto spray (salpicar a los demás coches).
- Si hay una balsa de agua, hay que sujetar bien el volante, y no acelerar ni frenar, pasar suavemente.
- Si la tormenta impide la correcta visibilidad, es mejor detener la marcha en un lugar seguro y esperar a que pase.
- Extremar la atención en caso de granizo y anticiparse a las curvas, especialmente peligrosas en estas circunstancias.
NIEBLA
- Encender las luces cortas (de cruce) para ver bien y ser visto, las antiniebla delanteras en caso de mala visibilidad y las traseras sólo en condiciones extremas donde no se vea apenas, porque son muy potentes y pueden deslumbrar al resto de vehículos.
- Evitar adelantamientos innecesarios y frenazos bruscos, mantener siempre la distancia de seguridad conveniente, no pegarse al vehículo delantero.
- Ante una emergencia, encender las luces de aviso, las antiniebla y retirarse de la carretera en la medida de lo posible.
- Circular siempre que se pueda, por el carril derecho y extremar la precaución en curvas.
Y sobre todo, hay que mantener la calma y ser prudentes.
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